EL LEGADO Y LOS DESAFÍOS DEL PATRÓN ORO EN LA HISTORIA ECONÓMICA MUNDIAL

¿QUÉ ES?

El patrón oro es un sistema monetario que imperó durante el siglo XIX como base del sistema financiero internacional, y que fue perdiendo importancia a partir de la Gran Depresión hasta abandonarse definitivamente en 1971. El emisor de la divisa garantiza que puede dar al poseedor de sus billetes la cantidad de oro consignada en ellos. Así, cada país establecía el valor de la moneda en relación con la proporción de oro que este poseía. Por lo tanto, el modo de funcionar consistía en la libre importación y exportación de oro para equilibrar su balanza de pagos, haciendo del oro la base monetaria por naturaleza. 

¿CÓMO FUNCIONA?

Cuando las exportaciones aumentan, la demanda de la moneda también aumenta. El precio sube y salen monedas desde dentro del país al exterior. Para cumplir el patrón oro, el Estado compra todas las monedas que han salido del país (en sus correspondientes gramos en oro) y las guarda en sus reservas. Cuando las exportaciones disminuyen o aumentan las importaciones, la demanda de moneda nacional disminuye. El precio baja y las monedas regresan a nuestro país, el estado vende su oro en la misma proporción que aumenta su moneda nacional. 

En caso de déficit o superávit, el patrón oro debe regularse. Si estamos ante un país con déficit, hay que dar salida a parte del oro, lo que aumentará el tipo de interés, con lo que disminuyen las inversiones, aumenta el desempleo y se reducen los salarios. El aumento del interés reduce la masa monetaria en circulación, que reduce los precios y lleva a la deflación. La solución sería exportar los productos de nuestro país, pues los precios son menores que los del resto de países, y disminuir las importaciones, pues nuestro dinero vale menos. Con estas medidas conseguiremos un superávit, que, unido a la entrada de capital por el aumento del interés, llevan a la entrada de oro. 


APORTACIÓN DE KEYNES

Keynes estableció unas ¨reglas del juego¨ sobre el patrón oro, las cuales eran que debía de haber una relación fija entre la moneda nacional y el oro, a cuya relación las autoridades debían estar dispuestas a cambiar oro por monedas y al revés. Estas también debían de mantener la convertibilidad del oro, y el Banco Central debía tener oro por un valor igual, como mínimo a la cantidad de efectivo que había en circulación (el Banco Central solo creaba dinero cuando compraba oro al público y lo destruía cuando lo vendía). 



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