¿CÓMO HA AFECTADO EL COVID-19 EN LA ECONOMÍA DE LOS PAÍSES?


El COVID-19 es un virus que fue identificado por primera vez en China, en diciembre de 2019. Este virus causa una infección respiratoria que puede variar desde síntomas leves, similares a los de un resfriado común, hasta casos más graves que pueden incluir neumonía y dificultades respiratorias.




Uno de los principales problemas del COVID-19 es que se contagia fácilmente a través del aire, por lo que se fue extendiendo rápidamente por todo el mundo. Para reducir los contagios la mayor parte de los países declararon un estado de alerta por pandemia que conllevó al confinamiento.

 

Este confinamiento tuvo importantes efectos sobre la economía de los países, sin embargo, observamos grandes diferencias entre la gestión, tanto sanitaria como económica, de unos países y otros. Nosotros nos centraremos en las diferencias entre el impacto en Taiwán y España.

 

Si miramos las muertes por población es evidente el éxito de Taiwán, con unas muertes confirmadas de 0,29 por millón de habitantes, todo un abismo frente a las cifras del mundo y España con 129 y 680 muertes por millón de habitantes.



Muchas personas durante el periodo de pandemia pensaban que mantener el crecimiento de la economía y que la tasa de mortalidad no aumentase era incompatible. A continuación, veremos si es cierto:

Los resultados de España son evidentes, los responsables públicos españoles no estuvieron a la altura y el virus se le fue de las manos, lo que supuso a mediados de marzo implantar un confinamiento total de la población y protagonizado por una caída de la actividad económica interanual del 21,5.

Esta importante caída puede deberse a que el turismo contribuía significativamente al PIB y al empleo de España. Esto se debe a que España es uno de los destinos turísticos más importantes del mundo, y su economía estaba orientada hacia los servicios, con una presencia importante en áreas como la hostelería.

 

Por el lado contrario, el PIB de Taiwán se redujo en un 0,58%, un porcentaje muy menor comparado con España. Esto se puede deber a que Taiwán implantó medidas tempranas y eficaces para contener la propagación del virus. Esto permitió que la actividad económica se reanudara relativamente pronto.

Su economía estaba impulsada por sectores como la tecnología, la manufactura y las exportaciones. Además, la pandemia aceleró la digitalización y aumentó la demanda de productos electrónicos, y a pesar de las interrupciones globales en la cadena de suministro, las exportaciones taiwanesas continuaron siendo un motor importante para la economía.


En conclusión, Taiwán logró reducir tanto el número de contagios y muertes, como el impacto económico, mientras que España sufrió un alto número de fallecimientos y un decrecimiento significativo en su PIB. Quizá esta gran diferencia entre estos países no es solo cuestión de hacia dónde estaban enfocadas sus economía, sino también puede deberse a las políticas llevadas a cabo por cada gobierno para poder controlar los efectos tanto sanitarios como económicos.


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